24 de mayo de 2010

¡No puedo!

Estropeado por algún motivo. De eso estoy casi seguro. ¿Cómo se puede sonreír por dentro en una millonésima de segundo (ejemplo de transcurso de tiempo ínfimo), y que en esa misma fracción temporal, lo único que recibas a cambio es malestar en el pecho? Tal vez Týr desea esa condena a un servidor. Malestar semejante a la prensa que aplasta los sesos, después de ingerir varias "marcas" de alcohol, la noche anterior. En esta ocasión en el pecho. No es la primera, ni la séptima, y no será la última, sin referirme a la adquisición de alcohol en mi cuerpo. Pero ese malestar, que no dolor, como indicarían los poetas, no es más que el cuentarrevoluciones del sufrimiento, como latigazos romanos. No es el cuerpo lo que dañan en esta ocasión, sino el espíritu o ¿alma?, entre comazos, ya que la existencia de escritos términos no es dudosa, sino nula, ya que...........blablabla............química y biológicamente.

Concluyo. Padezco un error 404, y esto es una hipótesis. Siempre se puede regresar a la página anterior y volver a intentarlo en vano. A pesar de, sé que hay momentos que.... (....) otro siglo continúo, que la gente que me rodea se puede sentir halagada.

Os dejo con el final de Perdidos.

Creado con el Paint, por supuesto, tan solo respondo con la
misma moneda a esta ¿serie? Que jamás veré, por incierto.


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